
El triskel: El símbolo que nos identifica ha sido objetos de muchas preguntas y experiencias, su origen proviene de la cultura celta, aún cuando lo hemos visto en lugares tan distantes como la china de los reinos combatientes, y su diseño está lleno de misterios. Es por esto que lo que sabemos de él queremos compartirlo.
Son tres espirales que entran y salen en el círculo representando con estos dos sentidos de giro la dualidad de las fuerzas que están en permanente interacción en la naturaleza y por su número (el tres), el equilibrio. El número de elementos que lo conforman es de de nueve (dos veces tres espirales y tres círculos interiores) más el circulo exterior conforman el diez, el número perfecto. El círculo exterior tiene la doble cualidad de representar la totalidad y al tener inicio y fin es equivalente al uroboro, la serpiente que se muerde la cola y que está en renovación permanente.
Son tres espirales que entran y salen en el círculo representando con estos dos sentidos de giro la dualidad de las fuerzas que están en permanente interacción en la naturaleza y por su número (el tres), el equilibrio. El número de elementos que lo conforman es de de nueve (dos veces tres espirales y tres círculos interiores) más el circulo exterior conforman el diez, el número perfecto. El círculo exterior tiene la doble cualidad de representar la totalidad y al tener inicio y fin es equivalente al uroboro, la serpiente que se muerde la cola y que está en renovación permanente.
El trisquel o trinacria celta es un símbolo geométrico y curvilíneo formado por una cruz de tres brazos en espiral que se unen en un punto central configurando una forma en hélice. Aunque existen numerosas variantes, como el conocido trisquel de tres piernas de la Isla de Man, aquella es la que más se repite. No está del todo claro su significado aunque por lo general se relaciona con el culto solar, el principio y el fin, la eterna evolución y el aprendizaje perpetuo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario